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RAIF: Situación fitosanitaria de la mosca del olivo en Andalucía

Actualmente el cultivo se encuentra en el estado fenológico dominante “H” (endurecimiento de hueso) y como más avanzado “I1” (envero – amarilleo), presente en aquellas áreas de cultivo más adelantado de la mayoría de provincias, a excepción de Granada.

Las temperaturas moderadas que se vienen registrando en los últimos días están favoreciendo la actividad de las poblaciones de adultos de mosca del olivo (Bactrocera oleae), así como su incidencia sobre el cultivo.

La incidencia más alta se registra en Cádiz con un valor medio provincial del 4.10 % de picada total, seguida de Huelva y Granada, con un 3 y 1.70 %, respectivamente.

En cuanto a la viabilidad de esta picada registrada, destacan HuelvaGranada y Jaén, con un valor medio provincial de 1.50, 1 y 0.90 % de picada viva, respectivamente.

Las primeras aceitunas con orificios de salida y puparios, se han visto a comienzos del mes de septiembre, en algunas áreas de cultivo de la mayoría de las provincias, a excepción de Huelva y Málaga. La presencia de este estado biológico (puparios), nos indica que se están produciendo las salidas de adultos que darán lugar a las primeras puestas de la segunda generación de este insecto.

Se observa un incremento de capturas de adultos en las trampas cromotrópicas en todas las provincias, a excepción de Cádiz donde tienden a la baja. Por los valores registrados, destacan GranadaJaén y Córdoba, con unos valores medios provinciales de 5.20, 1.50 y 1.20 adultos/placa y día, respectivamente.

En cambio, las capturas registradas en los mosqueros mac-phail, descienden o se mantienen en la mayoría de las provincias, a excepción de Sevilla donde su evolución es creciente.  Destacan las provincias de Cádiz, Córdoba y Jaén, con unos valores medios provinciales de 2.20, 1.90 y 1.90 adultos/trampa y día, respectivamente.

En cuanto a los tratamientos fitosanitarios, se están realizando controles en algunas áreas localizadas de CórdobaJaén y Sevilla, mientras que en Cádiz se ha hecho el segundo pase aéreo.

Es conveniente recordar que la mosca detiene su actividad biológica con temperaturas inferiores a los 6 ºC y mayores de 35 ºC, siendo entre los 20-25 ºC la temperatura óptima para su desarrollo.  Las temperaturas por debajo de los 36 ºC son favorables para el buen desarrollo de las puestas de mosca y para su propia integridad y una humedad relativa elevada (>80–85 %) favorece la incidencia de la plaga.

Por lo mencionado anteriormente, es conveniente conocer que, actualmente atendiendo a la situación geográfica del cultivo, hay una mayor incidencia en las sierras que en las campiñas y en las regiones costeras que en las del interior.

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