AGACA presenta resultados de un estudio sobre huella da agua y de carbono en la producción de leche

Esta mañana se presentaron resultados de un proyecto que analiza la huella de carbono y la huella del agua en las explotaciones de vacuno lácteo para hallar medidas de mejora de la competitividad y eficiencia ambiental. El estudio se realiza con la financión de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) y el apoyo de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

Fecha: 12-Feb-2020

La jornada "Sostenibilidad, huella de carbono y huella hídrica" que ha tenido lugas hoy en Santiago de Compostela comenzó con la presentación de resultados del proyecto “Mejora de la competitividad de las explotaciones de vacuno de leche mediante el asesoramento para la redución de la huella de carbono y la huella“, financiado por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES).

Mario Fernández, técnico de AGACA, indicó que el proyecto nacio en 2018 y tuvo una duración de 3 años durante los que se estudiaron 92 explotaciones de diverso tamaño, desde las que tienen 13 a las que suman más de 400 vacas.

Antonio Cortés, ingeniero de Ciencias Ambientales del Biogrup de la Universidade de Santiago, especificó la metodología usada y apuntó cifras del estudio: la huella de agua promedio es de 120,5 metros cúbicos por metro cúbico de leche producida y la huella de carbono promedio es de 1660+-440Kg de CO2 equivalente por metro cúbico de leche. La producción de pienso, cultivo de hierba y maíz y las emisiones directas son los procesos más críticos en el impacto ambiental. Actualmente, 36 de las granjas estudiada alcanzaron la eficiencia.

Por otro lado, Gumersindo Feijóo, vicerrecitor de Planificación y Protección Estratégica de la USC, centró su intervención en lasostenibilidad, Pacto Verde y ganadería de leche: “El Pacto Europeo Verde es una gran oportunidad para el sector gallego de producción primaria, tanto agrario como pesquero, porque estamos bien colocados para poner en valor nuestros alimentos en el mercado, con los Objetivos y metas de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas número 6 y número 13, sobre huella hídrica y de carbono”.

Juan Castro, investigador Principal en el CIAM (Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo) apuntó la paradoja de que, siendo el porcino el sector que más emisiones efectúa en España (44% en 2016), es también uno de los que menor reducción (9%) debe alcanzar en 2040 para cumplir el Programa Nacional de control de la contaminación atmosférica.

El vacuno de leche, por su parte, tras tener en cuenta la aplicación de purín como fertilizante, emite un 9,9%; según el Programa, debe reducir emisiones un 45%.
Resaltó también el valor del purín: “Es un subproducto valiosísimo para la economía circular, no un desecho. El abono orgánico es más beneficioso para el suelo a largo plazo pues nutre el suelo más que el químico”.

Samuel Prieto, técnico de la Xunta de Galicia, se refirió a los objetivos de la Estrategia de Economía Circular aprobada por la Xunta en diciembre de 2019, que se centran en varias claves: ecodiseño, educación y sensibilización, industria, producción de alimentos, urbanismo, edificación y obras públicas, gestión del ciclo del agua y de los residuos. Afirmó la necesidad de “hacer un cambio de mentalidad: las cosas no son de usar y tirar y hace falta darles una segunda vida”.

La jornada finalizó con una mesa redonda en la que participó el público, formado en gran parte por profesionales del sector lácteo. Higinio Mougán, director gerente de AGACA, incidió en que a pesar de que el cambio climático no es producido por el campo, este va “a adaptar las prácticas productivas” y “no ser un problema, sino una parte clave de la solución”. Añadió: “A las cooperativas nos gustaría dar una respuesta de sector: desde la economía circular y aplicando las prácticas atenuantes de emisiones de gases que pasarán a formar parte de los costes de producción a compensar. Debemos procurar un enfoque coherente que integre la diversidad de modelos productivos de Galicia”.

Añadió que cumplir los objetivos ambientales requeridos por la PAC, el Pacto Verde y diversos acuerdos a nivel nacional supone incrementos en los costes de producción y resaltó la voluntad de las cooperativas de dar servicios de asesoramiento para profesionales de la ganadería. Entre las líneas de trabajo a acometer mencionó la energía renovable y la eficiencia energética, la protección de los sumideros forestales, la fertilización sostenible, el uso de recursos de cercanías, la protección de la biodiversidad y la polinización.

Respecto a los ecoesquemas de la Política Agraria Común expresó la incertidumbre existente sobre su desarrollo e indicó la posibilidad de que existan ecoesquemas por región y de que algunas de las acciones de los ecoesquemas coincidan con las líneas de trabajo mencionadas.