Cepesca aboga por una pesca de arrastre de fondo sostenible, gestionada con base científica, por la identificación de EMV y por la delimitación de zonas protegidas

Los armadores rechazan la propuesta de prohibición del arte de arrastre de fondo porque es una medida desproporcionada, sin base científica y discriminatoria frente a otros países.

Los armadores rechazan la propuesta de prohibición del arte de arrastre de fondo porque es una medida desproporcionada, sin base científica y discriminatoria frente a otros países. Además, se desvía de la línea marcada por Naciones Unidas para la protección de los Ecosistemas Marinos Vulnerables (EMV) y la regulación de las Organizaciones Regionales de Pesca.

El sector pesquero apoya el informe del Parlamento Europeo que apuesta por el mantenimiento del uso del arte de arrastre, por la detección de EMV, congela la huella de las actividades pesqueras de especies de profundidad; contribuye al desarrollo del conocimiento científico y a fomentar las relaciones entre los científicos y los pescadores; establece un rígido límite de capacidad pesquera a las flotas europeas; establece umbrales de captura muy estrictos para determinar cuándo un barco se considera que realiza pesca dirigida a especies de aguas profundas; introduce medidas estrictas que gestión espacial e impone duras medidas de control en los barcos.

El sector pesquero español aboga por una pesca de arrastre de fondo sostenible, gestionada desde el conocimiento científico, por la identificación de los ecosistemas marinos vulnerables y por la delimitación de zonas protegidas y restringidas para la pesca cuando sea necesario.

Frente a los espectáculos mediáticos para escenificar la crítica destructiva en los que las organizaciones mal llamadas medioambientalistas cuestionan el arte de arrastre de fondo sin fundamento científico alguno, el sector pesquero ha apostado siempre por contribuir a las campañas científicas que han permitido el cartografiado de los fondos donde faena la flota para identificar ecosistemas vulnerables y establecer medidas de gestión que garanticen una pesca sostenible y respetuosa con el medio marino.

Cepesca señala que es importante resaltar que los fondos donde trabajan los buques de arrastre suponen una porción muy pequeña del océano. Se trata, además, de labores repetitivas sobre fondos generalmente de limo, arena o fango ya colonizados y con muy reducido valor ecológico a proteger. En ningún caso se pesca en ecosistemas marinos vulnerables, puesto que, en general, esas zonas ya han sido protegidas, después de toda la labor de investigación llevada a cabo en los últimos años.

La patronal pesquera española informa de que la actividad de arrastre es de las más reguladas en todas las aguas, tanto en las del caladero nacional como en las aguas comunitarias, de terceros países e internacionales, éstas últimas a través de las Organizaciones Regionales de Pesca.

La flota de arrastre española representa el 12% del censo nacional con 1.038 buques arrastreros de las 8.795 unidades activas. Esta flota emplea a 8.089 tripulantes, el 22% de los 35.629 trabajadores de los buques pesqueros de España y captura en torno a 318.000 toneladas por valor de más 1.000 millones de euros en primera venta, es decir, el 33,4% de las capturas realizadas por todos los buques españoles, que capturan en torno a 952.000 tn al año y el 50% del valor comercial de todas las capturas.

Si se prohibiera la pesca de arrastre, como realmente pretenden los ecologistas radicales, desaparecerían de las pescaderías especies como las gambas, las cigalas, los carabineros, el granadero o las puntillitas, que solo se pueden pescar con este arte. Así mismo, sería muy difícil encontrar otras como el rape, el gallo, el lenguado, la acedía, los chipirones, los calamares, el rodaballo o la platija, cuyo principal arte de captura es el arrastre de fondo.

Cepesca espera que tanto el Consejo de Ministros de Pesca, como la Comisión o el nuevo Parlamento Europeo respeten las reglas democráticas y acaten las decisiones adoptadas en la anterior legislatura, dejando que el proceso de codecisión para la regulación de las especies profundas continúe con normalidad sin verse alterado por presiones medioambientalistas.

El Secretario General de Cepesca, Javier Garat estará a disposición de los medios de comunicación a lo largo del día para ofrecer el punto de vista del sector pesquero español respecto a las demandas de las ONGs y acerca de la protección de las especies de aguas profundas.

Cepesca es la organización empresarial de ámbito nacional más representativa de la Unión Europea y agrupa a 41 asociaciones de armadores de buques de pesca tanto de bajura como de altura que representan a más de 900 empresas, 950 buques, cerca de 10.000 tripulantes y un tonelaje de arqueo de 246.332,69 GT. Entre sus objetivos, la Confederación persigue mejorar la competitividad de las empresas pesqueras, apostar por la formación de las tripulaciones y el relevo generacional, promover el desarrollo de una pesca responsable y sostenible y luchar contra la pesca ilegal.