Las partes interesadas tienen hasta el 15 de noviembre para presentar comentarios sobre dos evaluaciones: una considera los efectos crónicos en el sistema tiroideo y la otra analiza los efectos agudos en el sistema nervioso. Las evaluaciones preliminares son la culminación de una colaboración de varios años entre EFSA y el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente de los Países Bajos (RIVM).

La conclusión general del proyecto para ambas evaluaciones es que el riesgo del consumidor de la exposición acumulativa en la dieta está por debajo del umbral que desencadena la acción reguladora para todos los grupos de población cubiertos. 

Para ayudar a las partes interesadas que deseen contribuir a la consulta, la EFSA va a celebrar una reunión especial en Bruselas en la que los científicos y expertos externos de la EFSA presentarán y debatirán los principales elementos y resultados de las evaluaciones piloto. 

Los expertos en plaguicidas de la EFSA identificaron las sustancias consideradas en las evaluaciones, utilizando una metodología especialmente diseñada para clasificar los plaguicidas en “grupos de evaluación acumulativa” (CAG). La metodología se basa en el supuesto de que los pesticidas que causan los mismos efectos específicos pueden producir toxicidad acumulativa.