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Miguel HGL

11/06/13

Desarrollan un proyecto por el cual se aplican nutrientes de las aguas depuradas en la producción de cultivos bajo invernadero

El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, visitó hoy las instalaciones de un invernadero de tomate en Torre Pacheco donde se está desarrollando el proyecto europeo experimental, IRIS, con el fin de aplicar los nutrientes de las aguas residuales depuradas en cantidades adecuadas para optimizar la producción agronómica del cultivo.

El titular de Agricultura, que estuvo acompañado con el alcalde de Torre Pacheco, Daniel García Madrid, y el director del Cebas, Juan José Alarcón, indicó que estos trabajos pretenden desarrollar un “modelo de depuración” para aplicar en pequeños núcleos con el fin de que “las aguas regeneradas puedan utilizarse con los nutrientes y con toda la seguridad con la que se aplican en el riego, y optimizar así costes en la agricultura”.

Cerdá afirmó que “Murcia es un referente en depuración y seguimos investigando en esta materia”, y añadió que este proyecto “aúna el esfuerzo público y privado”, con la participación de la Entidad de Saneamiento y Depuración (Esamur), el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), así como de empresas españolas y holandesas.

El proyecto consta de tres partes de estudio que consisten en el diseño y funcionamiento de una planta de tratamiento de aguas residuales de pequeño caudal, que proporciona agua regenerada sin eliminar los elementos minerales nutrientes. Además, consta de un cabezal automatizado de fertirrigación, que regula las dosis de riego y complementa las necesidades del cultivo en aquellos contenidos minerales necesarios para la fertilización adecuada del cultivo, y de un invernadero de atmosfera controlada que aprovecha agua y nutrientes para una producción agrícola rentable.

El proyecto tiene un presupuesto de dos millones de euros para una duración de tres años, y está instalado en la depuradora de Roldán-Balsicas, en Torre Pacheco.

El invernadero está en plena producción de tomate y se realiza un seguimiento sobre diferentes tipos de sustratos de cultivo, fibra de coco y lana de roca, y variaciones de los componentes del agua de riego. La planta de tratamiento se encuentra en fase de puesta en marcha y optimización de los parámetros de funcionamiento, la central de fertirrigación plenamente operativa y el invernadero con el cultivo en plena producción.