El desafío logístico del supermercado ante los picos en la demanda de alimentos

A lo largo del año hay varias fechas clave en las que la red logística de los supermercados se pone a prueba. El reto que se plantea es el de asumir los cambios en las pautas de consumo que se producen en periodos de tiempo breves. Lo que en ASEDAS hemos llamado la “operación despensa” -las primeras semanas de septiembre durante las que miles de personas regresan a sus hogares y necesitan abastecerse de productos básicos con los que volver a llenar neveras y despensas- es uno de ellos.

Fecha: 28-Sep-2018

Tags: supermercado

Fuente: Qcom

El objetivo del supermercado es mantener entre 8.000 y 12.000 referencias, que constituyen el surtido estable y, al mismo tiempo, prever el incremento de la demanda que se espera de muchas de ellas. En el caso de la “operación despensa” estamos hablando de un cambio de patrón en el consumo con respecto al verano que hace que se incremente la demanda de productos básicos –carne, pescado, leche, azúcar, aceite, hortalizas y frutas de temporada- en volúmenes que suponen una media del 10%. Y esto ocurre en tan solo un par de semanas.

Para nosotros, el desafío es doble si pensamos que los supermercados situados en zonas vacacionales –costas y montaña, básicamente- han prestado servicio durante dos meses a una extensa población flotante. Ésta llega a triplicar la población habitual en muchas zonas y tiene necesidades de productos de alimentación e higiene muy específicos, incluyendo artículos de los países de origen de muchos turistas. La marcha de la mayoría de los turistas supone ajustar de nuevo el surtido para la población estable en términos de cantidad, oferta e incluso horarios.

En uno y otro caso, el cumplimiento de las expectativas del consumidor no sería posible sin una red logística altamente eficaz como la que ha construido la distribución española de proximidad. Con 500 plataformas distribuidas por toda la geografía española y más de 50.000 trabajadores especializados, el gran logro es reducir las distancias entre productor y consumidor permitiendo que los pedidos que generan las tiendas lleguen en tiempo real a los fabricantes y, de estos, a los supermercados en un tiempo medio de 24 horas.

Supermercado
La absorción de los picos de demanda que se producen en estos momentos requiere de un profundo conocimiento del consumidor y de sus hábitos de compra. Éste nos permite anticipar la demanda y los momentos en que ésta tiene lugar y es vital en el diseño del surtido a medida de la demanda. La constante comunicación con el productor, al que se hace partícipe de dichas necesidades, es fundamental para cumplir las expectativas del consumidor.

Las mismas no solo incluyen que el consumidor encuentre los productos que busca en el momento en que tiene necesidad de ellos, sino también que, especialmente los frescos, lleguen del campo a la ciudad con garantías de seguridad y calidad –punto de maduración, calibre y sabor-.

El control del surtido tiene, además, mucho que ver con el reto de evitar el excedente de alimentos. Con un índice de desperdicio de solo entre el 0,2 y el 1% en los supermercados de ASEDAS, aquí también la logística y el conocimiento del consumidor es un elemento diferenciador que permite tener el surtido de productos frescos exacto en el momento en que éste va a ser demandado y, por lo tanto, reducir al máximo el sobrante.

El calendario anual no da lugar, por lo tanto, para la improvisación. La organización en tienda y en almacén y la relación con los proveedores permite que, cuando se abre la persiana, todo esté listo para servir al consumidor lo que demanda en cada momento del año. Se trata de una tarea muy difícil de cumplir, que exige trabajadores especializados en cada una de sus funciones y una cadena de responsabilidades que funciona con absoluta precisión. Esa es la tarea de los supermercados.

Este gran reto de la vuelta de vacaciones poco a poco se está convirtiendo también en una meta de la sostenibilidad, debido a los cambios que se están introduciendo en las grandes ciudades con respecto a la logística. Los supermercados tienen en cuenta criterios medioambientales para realizar los pedidos a tienda y también a los hogares durante todo el año y la mejora es continua, tanto en lo que se refiere a disminuir la huella de carbono como en la contaminación acústica y así evitar el colapso de las urbes y las molestias a los ciudadanos. En momentos tan exigentes como éste de la “operación despensa”, aprendemos muchas cosas que nos ayudan a mejorar día a día.