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El estudio de los paisajes agrario

'Los paisajes agrarios de España. Caracterización, evolución y tipificación' es el último trabajo del Grupo de Investigación Reconocido (GIR) 'Mundo Rural', Grupo de Excelencia por la Junta de Castilla y León (GREX 156), con sede en la Facultad de Filosofía y Letras. Se trata de una publicación que ayuda a entender la conformación histórica y la evolución de los paisajes agrarios de España hasta el momento actual. Como grupo, trabajan sobre todo en el estudio de la situación, dinámica y perspectivas del espacio y las sociedades rurales a distintas escalas, especialmente regional y nacional.

«Hemos hecho una clasificación basándonos en el criterio de la ocupación del suelo, en primer lugar, porque los paisajes agrarios, si se caracterizan por algo, es por el tipo de aprovechamiento, aunque esta circunstancia va asociada, en segundo lugar, al clima –la dicotomía es clara entre la España atlántica y la mediterránea–, y al relieve, en tercer lugar, dados los profundos contrastes paisajísticos entre áreas de montaña y de llanura», explica Fernando Molinero, catedrático de Análisis Geográfico Regional en el Departamento de Geografía de la UVA y coordinador del equipo, del que forman parte Cayetano Cascos, Juan Carlos Guerra, Milagros Alario, Eugenio Baraja y Alipio García, y al que se sumará la socióloga Rosario Sampedro.

Estos tres criterios a los que se refiere Molinero han servido para establecer clases de paisajes agrarios y, en un descenso de escala, comarcas o unidades de paisaje agrario. En la publicación, además de una primera parte, más teórica, sobre el concepto de paisaje, su evolución y el significado, valor y clases de los paisajes agrarios de España, se estudian, en una segunda, una muestra de una veintena de ejemplos singulares de unidades de paisaje agrario, representativas de toda España, primando a las que ocupan mayor extensión, o tienen más valor económico, o se destacan por alguna singularidad ecológica, cultural o social.

Así, se desarrollan distintos arquetipos como las campiñas cerealistas, las huertas y campos intensivos, los paisajes de la arboricultura y de la viticultura mediterráneas, los paisajes forestales de montaña o las dehesas, entre otros. En todos queda constancia de su evolución histórica, su configuración actual y su percepción o valoración social. Entre ellos aparecen algunos que nos resultan más familiares, como los de la Ribera del Duero, Tierra de Campos, Montes Torozos y la Montaña de León.

Uno de las aportaciones de la obra es que por primera vez se hace una delimitación cartográfica concreta de la España Atlántica –la España húmeda donde no se agosta la hierba en verano–, basándose en los datos de los observatorios del Ministerio de Agricultura. «Se ha trazado una línea que habrá que matizar, pero que permite establecer los criterios y límites que separan la España húmeda de la seca».

Los paisajes agrarios de España aborda el estudio de las ocupaciones del suelo, del escenario ecológico que las sustenta y de los cambios vividos en el campo de nuestro país a lo largo de la historia y, principalmente, en el último medio siglo, lo que ha permitido constatar las consecuencias sobre el paisaje agrario de la despoblación del mundo rural. «Plantea un estudio integral del territorio, tanto de los elementos y factores físicos como humanos, derivados de la ocupación, explotación y organización del espacio por las sociedades que a lo largo de la historia lo han modelado, de acuerdo con su capacidad técnica, sus intereses económicos y su saber hacer», subraya Molinero.

Refleja lo que ha sido el proceso histórico de explotación y aprovechamiento de la tierra y la situación actual en la que nos centramos, con los cambios profundos y mutaciones habidas en la agricultura. El éxodo rural de los años 1960, el abandono del campo, la consecuente mecanización y tecnificación generan también unos cambios profundos en el paisaje agrario, que se revela como un totalizador ecológico e histórico.

Libro

Pero están elaborando un nuevo libro, complementario del anterior, que se llamará 'Atlas de los Paisajes Agrarios de España', que cubre todo el territorio español a escala de 'clases' de paisaje agrario, en las que se delimitan y cartografían 26 grandes tipos y en el que se van a incluir otras 65 unidades de paisaje agrario que, sumadas a la veintena incluidas en el primer libro, aportarán una tercera parte del mosaico de paisajes agrícolas, ganaderos y forestales existentes en España, si bien son representativas de todo el territorio español, peninsular e insular. En estos momentos ya tienen definidas todas las tareas y distribuido el trabajo, y está previsto que para junio se entreguen los primeros materiales para el Atlas, un completo documento que en la primera página de cada clase o unidad de paisaje incorporará un cartograma y una fotografía aérea, a ser posible, oblicua, además de los datos e informaciones clave del tipo de paisaje estudiado.

El grupo de investigación de la UVA ha solicitado al Ministerio de Economía y Competitividad otro interesante proyecto bajo el título 'Los paisajes patrimoniales de España', en el que se establecerán los criterios para establecer qué paisajes tienen este tipo de valor. Y en este conjunto se pueden encontrar desde viñedos antiguos, hasta núcleos de pueblos, montes, cañadas, todo aquello que contenga elementos singulares, incluso una obra civil, «pero incluida en su contexto, de lo contrario no sería paisaje patrimonial».