La medida busca reducir el consumo de plásticos, aunque no será de aplicación para volúmenes de productos superiores a 1,5 kg, ni a aquellas frutas y hortalizas cuya venta a granel suponga un riesgo de deterioro del producto. La lista de estos productos deberá ser establecida mediante un decreto, cuya publicación se espera en torno al verano de 2020.

Además, y también a partir del 1 de enero de 2022, se prohíbe el uso de pegatinas sobre las unidades de frutas y hortalizas, que se utilizan principalmente para indicar la marca comercial, a no ser que dichas pegatinas se hayan fabricado con material compostable o papel.

Desde el sector francés consideran que, si bien es cierto que existen embalajes de plástico que pueden ser prescindibles, existen otros que juegan un claro papel en la conservación del producto o en la presentación de productos de mayor calidad, que son apreciados por el consumidor.

Esta prohibición afectará no solo a los productores franceses, sino a todas las empresas que quieran comercializar frutas y hortalizas en Francia, como a las españolas. España exporta a Francia frutas y hortalizas por valor de más de 3.000 M€ al año, siendo el segundo destino de las exportaciones españolas, solo por detrás de Alemania, según ha publicado el Boletín Exterior del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España.