Frente a la Covid-19, el sector agroalimentario seguirá tirando del carro

Javier Lorén Zaragozano. Presidente Consejo Colegios Ingenieros Técnicos Agrícolas de España

Fecha: 14-Sep-2020

Fuente: Qcom

2020 está siendo un año nefasto para la salud de muchos ciudadanos del planeta y también para su economía.  El coronavirus ha trastocado la vida de los ciudadano y la actividad de empresas y gobiernos.  Y lo más grave, a fecha de hoy, casi ochocientas mil personas (contabilizadas) han muerto como consecuencia de la Covid-19, aunque probablemente sean muchas más, porque en numerosos países es difícil llevar un control de estas muertes.

La Covid-19 ha dejado en segundo plano muchas de las preocupaciones que hace unos meses eran prioritarias para la salud del planeta, como el cambio climático, y que sin duda tendremos que retomar cuando todo esto pase.

Durante este tiempo, y el que vendrá, las necesidades más básicas de la ciudadanía han quedado cubiertas (en casos extremos gracias a la solidaridad de muchos).  Y una de ellas es la alimentación.  A lo largo de estos meses, agricultores, ganaderos e industria agroalimentaria han seguido haciendo su trabajo, no sin grandes dificultades (recuérdense los brotes en mataderos o en explotaciones frutícolas), y con un encarecimiento de los costes como consecuencia de las medidas que han tenido que tomar los empresarios para cumplir con las normas de prevención de riesgos.

Afortunadamente, su trabajo, junto con la colaboración de ingenieros agrícolas y de más profesiones vinculadas al sector agrario (otros técnicos, transportistas, mayoristas y minoristas, distribución, y por supuesto las personas que nos atienden detrás de las cajas), han hecho que no se haya roto en ningún  momento la cadena de suministro. 

Aunque el porcentaje que representa nuestro sector en el PIB es menor a otros sectores como el turismo, su importancia es vital para la supervivencia de nuestra maltrecha economía, como se ha demostrado en los datos de exportación del primer semestre.  El sector agroalimentario ha sido el que mejor ha mantenido la exportación.  No debemos olvidar que somos el principal país exportador de productos frescos (hortalizas y frutas, principalmente).

En estos momentos todos tenemos conciencia de lo imprescindibles que son quienes trabajan en el sector sanitario, que llevan  haciendo un enorme esfuerzo desde el mes de marzo, sin que el sistema se haya podido relajar en ningún  momento.

Los ciudadanos deben saber que quienes trabajamos en el sector agroalimentario, seguiremos haciéndolo con constancia y sin desfallecer, a pesar de los accidentes climatológicos y del encarecimiento de costes, no siempre compensados por el mercado.  Trabajaremos para asegurar el suministro de alimentos para la industria alimentaria, para el sector productor de carne y, por supuesto, para todos los consumidores. 

Todo el sector  agradece a los ciudadanos que en muchos casos hayan pensado en el consumo de productos de aquí a través de la gran distribución, o de la tienda de proximidad, e incluso del e-learning, que ha crecido notablemente durante este tiempo. Consumiendo nuestros productos, contribuimos a mejorar la economía, pero, además, esto nos permite disfrutar de unos alimentos con elevados estándares de calidad, en muchos casos recién cogidos del campo, y con un estado de madurez en el momento de la recolección, lo que garantiza un sabor y textura excelente.

Ojalá esta pesadilla que tanto ha trastocado nuestras vidas desaparezca y podamos volver a una normalidad que, probablemente, será diferente a lo que conocíamos, porque muchas cosas han cambiado y algunas han venido para quedarse.

Los ingenieros agrícolas seguiremos buscando mejorar la eficiencia y la eficacia de las explotaciones e industria agroalimentaria. Tenemos dos objetivos prioritarios:   satisfacer las necesidades de alimentación de la población, no solo de aquí, sino de aquella que hay al otro lado de nuestras fronteras;  y  contribuir a mejorar la rentabilidad de las explotaciones para que el enorme esfuerzo de los agricultores y ganaderos se vea recompensado con una  rentabilidad adecuada de sus explotaciones.  Ahora más que nunca es necesario mantener nuestro tejido productivo en el sector agroalimentario.

Mientras tanto, aprovechemos los maravillosos alimentos que la temporada de verano pone a nuestro alcance y confiemos en que pronto llegue la vacuna que alivie esta situación. Salud.