Garat denuncia condiciones de explotación y esclavitud de flotas terceras, que venden sus productos a la UE, incluso libre de aranceles.

Garat recuerda que, actualmente, el respeto a las condiciones laborales y sociales de las tripulaciones supone el 30% de los costes de explotación en las flotas europeas y cree que ha llegado la hora de tomar medidas definitivas

 

Madrid, 25 de mayo de 2015.- Javier Garat, secretario general de CEPESCA, ha denunciado hoy las condiciones de esclavitud y de explotación infantil a bordo de flotas terceras que venden sus productos a la UE, incluso libres de aranceles. Garat considera que ha llegado el momento de actuar para erradicar tales prácticas y conseguir, además, que los consumidores puedan estar seguros de que el producto que adquieren es sostenible, no sólo desde el punto de vista biológico, sino también social y económico.

Garat, que ha hecho estas declaraciones durante su intervención en la Comisión Especial de Estudio sobre trabajo y explotación infantil del Senado, ha recordado también que, actualmente, el respeto a las condiciones laborales y sociales de las tripulaciones suponen el 30% de los costes de explotación en las flotas europeas, por encima incluso de los costes del gasoil de las embarcaciones. Según Garat, estas diferencias son insostenibles para la pesca legal y “habrá que decidir si apostar por la ilegalidad o por el cumplimiento de la ley y el respeto de los derechos humanos”.

Durante su intervención, Garat enumeró los numerosos casos denunciados por distintos organismos internacionales, como la OIT, que mencionan casos de trabajo infantil, por ejemplo, en Indonesia, o las prácticas más habituales por parte de estas flotas, tales como abandono de tripulaciones en distintos puertos, corrupción, uso de agentes de contratación irregulares, tripulantes en listas negras, criminalización de los mismos, falta de acceso a la justicia, abusos físicos y condiciones de trabajo inseguras.

Garat destacó las distintas investigaciones llevadas a cabo sobre esta situación en Tailandia, con tripulantes de Camboya, Birmania y Laos, o sobre ucranianos en buques de Rusia, Turquía o Corea del Sur; así como de tripulantes indonesios en Nueva Zelanda.

Según Garat, se trata de trabajadores inmigrantes engañados por brokers y agencias de contratación que son obligados a trabajar bajo amenazas. Las víctimas describen casos de enfermedad, agresiones físicas, abuso psicológico y sexual, muertes y vulnerabilidad, trabajando meses y años de forma continuada.

Por otro lado, Garat también comentó las claras vinculaciones del trabajo forzoso y de la trata de personas con la sobreexplotación de stocks. Según el secretario general de CEPESCA, “la demanda de productos pesqueros baratos (especialmente en Europa y EEUU) se ha convertido en el motor que impulsa esta industria, en la que se maximizan las capturas y se minimizan los costes, a expensas de la seguridad medioambiental y la dignidad humana”.

Durante su comparecencia, Garat recordó el trabajo realizado por las flotas europeas durante los últimos años, tales como la adopción del acuerdo de los interlocutores sociales (Social Partner´s Agreement, SPA), por parte de la Organización de trabajadores ETF y los representantes de los armadores de Europêche, para transponer a la legislación europea el Convenio 188 de la OIT, o la creación de la Red Europea para la Formación Pesquera y el Empleo (REFOPE), gestionada actualmente por Europêche y ETF. Todo ello, apuntó Garat, con el objetivo de facilitar a los pescadores el acceso libre a un trabajo decente y a unas buenas condiciones de vida.