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María Martín

24/06/15

Investigadores secuencian el genoma del roble común

Esta es la primera vez que el genoma de una especie de Quercus se secuencia, especie muy común en todo el hemisferio norte. Los investigadores han trabajado durante tres años para descifrar toda la información genética albergada en los 12 pares de cromosomas del roble común. El trabajo ha dado como resultado la identificación de 50.000 genes, se estima que la mitad de los 1,5 millones de pares de bases del genoma se componen de elementos repetidos.

El roble común es parte de la sección botánica más grande del género Quercus, con más de 200 especies presentes en Europa, Asia y América. Se trata de una especie culturalmente muy importante en muchos países y clave ambientalmente. La secuenciación del genoma del roble común ha abierto una puerta al análisis y la comprensión de la función de genes en este árbol emblemático. Su genoma puede ser utilizado como una referencia para otras especies de roble y para las especies más distantes de la familia Fagaceae (castaña o Haya).

La secuenciación del genoma permite el estudio de la regulación interna de especies expuestas a fuertes variaciones del clima, así como los fenómenos extremos en el transcurso de su existencia. Esta investigación también ayudará a identificar qué genes están involucrados en la adaptación del medio ambiente y en la simbiosis entre las raíces de los árboles y los hongos micorrizas.

A través de este trabajo es también posible identificar los genes responsables de la biosíntesis de los extractos de madera tales como taninos y lactona de whisky, que dan sabor y gusto a los vinos y bebidas espirituosas. En términos de evolución, la decodificación del genoma de roble permitirá a los científicos analizar los procesos de adaptación con mayor precisión. Estos procesos explican la diversidad de árboles, que han colonizado muy diversos hábitats.