La bodega que planta cara a las enfermedades en la madera de la vid

El proyecto EVID ha presentado sus últimos avances en el uso de especies fúngicas Trichoderma como agente de control biológico, alcanzando incluso la recuperación de algunas cepas infectadas, aunque advierten que su efectividad es limitada.

Fecha: 27-Nov-2018

Fuente: Vinetur

Las enfermedades de madera de vid están actualmente consideradas como la mayor amenaza a la sostenibilidad del sector vitivinícola a nivel mundial, de forma que cada vez es más frecuente escucha la expresión "filoxera del siglo XXI" para referirse a ellas. El término enfermedades de la madera de vid (EMV), engloba un conjunto de patologías de naturaleza fúngica que provocan una alteración de las partes leñosas de la planta (raíces, tronco y ramas) produciendo una pérdida de vigor de la planta, con la  disminución en los rendimientos de producción de uva y una merma  de su calidad.

Para intentar erradicar estas enfermedades y estudiar la evolución de los métodos de sanación actuales está en marcha un proyecto conocido con el nombre de EVID (Prácticas Innovadoras para combatir las enfermedades de la vid). Está gestionado por un grupo operativo que coordina el FEUGA (Fundación Empresa-Universidad Gallega) en el que la bodega valderorresa Godeval está implicada como socia,  junto con el organismo EVEGA (Estación de Viticultura y Enología de Galicia), AGACAL (Axencia Galega de Calidade Alimentaria) y la Universidad de Santiago de Compostela y el Servicio de Explotaciones Agrarias de Ourense (Consellería de Medio Rural). El presupuesto de este proyecto es de 99.594,93 euros y cuenta con un 75% de cofinanciación de fondos europeos FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural) en el marco del Programa de desarrollo rural (PDR) de Galicia 2014-2020.

Los objetivos del proyecto EVID, en el que está trabajando Godeval, son: definir, valorizar y validar prácticas innovadoras para el tratamiento de enfermedades de la madera de la vid consistentes en el uso de especies fúngicas del género Trichoderma como agente de control biológico y su aplicación  mediante inserción de tacos previamente inoculados.

Son varias las patologías englobadas bajo la denominación de enfermedades de la madera de la vid, siendo las más representativas: la botryosphaeria, la yesca y la eutupiosis. Su principal problema es la ausencia total de métodos de control (fungicidas) eficaces; el método más efectivo era el tratamiento con arsenito sódico, prohibido en el año 2003. Actualmente no existe en el mercado ningún tratamiento fitosanitario autorizado que permita controlar estas patologías. Esto conduce a que la incidencia del problema sea elevada y que se esté observando un lento pero continuado aumento del número de plantas afectadas. Así, en los últimos 15 años se han testado un amplio abanico de métodos de control, pero a pesar de los esfuerzos, parece que la efectividad de un solo método para combatir la enfermedad es limitada.

Tras diversos estudios preliminares, se ha concluido que la Trichoderma no tiene un efecto curativo sobre las EMV, pero sí un efecto protector, y su efectividad depende de la habilidad de estos hongos para colonizar las heridas de poda de la cepa. Así pues, en este trabajo se llevará a cabo la aplicación más usual de Tricodherma, por aplicación directa, pero mediante una nueva técnica que según ensayos iniciales resulta más efectiva: la inserción de tacos de madera inoculados en la base del tronco de las cepas.

Esta práctica se viene realizando en BODEGAS GODEVAL S.L. desde el año 2013 en colaboración con el Servicio de Sanidad Vegetal de la Consellería de Medio Rural (colaboradores en este proyecto de innovación), alcanzando la recuperación de algunas cepas infectadas. Sin embargo, es necesario ampliar la información y definir y validar esta práctica de modo riguroso, además de realizar una valoración comparativa con otras prácticas identificadas: uso de productos comerciales para pulverización de heridas de poda, aplicación de fungicidas, etc.