CHIL.org

Blanca Perez

25/09/14

La lucha contra el cambio climático puede ayudar a la economía

La reducción de emisiones puede generar un mejor crecimiento que con el viejo modelo de la economía del carbono. Es la principal conclusión del informe elaborado por una comisión independiente liderada por el expresidente mexicano Felipe Calderón y el profesor Lord Stern, con el que intentan romper con la idea de que la lucha contra el cambio climático es un freno para la prosperidad económica y la creación de empleo.

“Ya hay países y empresas que están demostrando que es una oportunidad”, añadió Jeremy Oppenheim, relator del estudio. El reto, como señaló Stern, es crear las condiciones para que la inversión suceda y llegue a proyectos que pueden contribuir a revertir los efectos del calentamiento del planeta a la vez que generan riqueza. “Si invertimos bien, habrá grandes retornos para miles de millones de ciudadanos”, augura.

Para ello, los responsables de la comisión sobre la Nueva Economía del Clima plantean un plan de acción global, con 10 recomendaciones prácticas que sirvan de herramienta a los gobiernos y las organizaciones privadas para iniciar la transición hacia un nuevo modelo económico. Van desde integrar el riesgo del clima en las decisiones estratégicas, pasando por el fin de los subsidios al petróleo hasta incentivar la innovación.

El informe se presentó a una semana de que se celebre en Nueva York la Cumbre sobre el Clima, a la que se espera asistan cerca de 120 jefes de Gobierno y de Estado en la víspera de la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidos. El domingo tendrá lugar además una manifestación para exigir a los líderes que actúen sin mayor dilación ante el reto del cambio climático, a pocos días del segundo aniversario de la tempestad Sandy.

“No se trata solo de evitar una gran catástrofe natural, sino de aprovechar las oportunidades que se presentan con la economía del clima para tener un mejor crecimiento”, insistió Calderón en la presentación. El informe calcula que de aquí a 2030 se realizarán inversiones por valor del 90 billones de dólares en infraestructuras. La idea es que ese dinero empiece a moverse de un modelo basado en energías fósiles a uno que mire a las renovables.

En este sentido, el estudio argumenta que se pueden reducir significativamente las emisiones de carbono y potenciar el crecimiento de las economías locales haciendo decisiones acertadas a la hora de gastar el dinero. “Hay que dejar de gastar como hasta ahora”, insiste Stern, haciendo referencia los 600.000 millones que anualmente se destinan en subsidios a las energías fósiles. “Estamos pagando por contaminar”, añadió Calderón.

Por eso su plan de acción busca que se impongan nuevos impuestos al carbono y nuevas reglas para incentivar el crecimiento de energías renovables, como la solar y la eólica. También propone que se definan nuevos instrumentos financieros que gobiernos y sector privado inviertan en la modernización de infraestructuras ineficientes. Y dar más apoyos a la innovación, con ayudas públicas a la investigación y desarrollo.

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, señaló en este sentido que es necesaria “una transformación estructural de la economía” que elimine el carbono de sectores críticos, como la generación de energía. Para ello, indicó, se necesita crear un nuevo marco para poner precio al carbono y establecer nuevos instrumentos de financiación de proyectos emergentes, para que así fluya el capital hacia ellos.

Los relatores insisten que ya no se trata de elegir entre crecimiento económico o un clima mejor. La tecnología, como reiteró Oppenheim, permite hacer las dos cosas a la vez. “Esperar es más caro que actuar ahora”, añadió Calderón. Desde Bank of America se indica que se podrían conseguir ahorros próximos a los dos billones de dólares si se anticipa el proceso de transición, que admiten que no será fácil mover el dinero de un modelo a otro.