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Blanca Perez

03/08/15

La Misión Biológica Galicia, del CSIC, avanza en la lucha contra los hongos de la vid

La Misión Biológica de Galicia (MBG), del CSIC, en colaboración con la Fundación Juana de Vega, ha concluido un estudio pionero sobre las variedades de hongo y su afectación en la vid. Se trata de una investigación de carácter público-privada, con participación de bodegas de las cinco denominaciones de origen gallegas, sobre los hongos responsables del Mildiu, Oidio y Botrytis, tres de las principales enfermedades de las vides, para la que se han recogido y analizado más de 30.000 muestras durante los tres años que duró el estudio. La jefa del grupo de viticultura de la MBG, Carmen Martínez, explicó en conferencia de prensa que el principal objetivo de estos tres años de investigación ha sido proponer herramientas más eficaces para combatir estas enfermedades en Galicia, que calificó del "paraíso de los hongos".

Además, han perfeccionado y puesto a punto diferentes métodos de cuantificación de esporas en el aire, de conteo a través de un microscopio acoplado a un procesador de imágenes y por análisis molecular, el segundo más caro, pero más rápido en la obtención de resultados, lo que amplía el margen para tomar decisiones sobre aplicación de tratamientos antes de que aparezcan los síntomas en la planta.

Además, los científicos del CSIC han demostrado la existencia, para Mildiu y Botrytis, de razas diferentes, con distintos niveles de agresividad y con distinta afinidad por cada variedad de vid.

Los tratamientos que se creen producirán un ahorro de entre el 30 y el 40%

Así, explicaron el caso de la denominación de origen Monterrei, donde detectaron altos índices de esporas y las plantas sin síntomas, lo que determinará una mayor eficacia en la aplicación de tratamientos, que, además, con estos estudios, serán más específicos y se aplicarán en una más justa medida, con los correspondientes beneficios para el medio ambiente y la propia salud humana, además de las ventajas que se derivaría en la calidad y comercialización de los caldos.

Martínez recordó que la aplicación de tratamientos redundará también en un ahorro en los gastos, pues suponen entre el 30 y el 40% del total. En el transcurso del estudio se procedió, asimismo, a la inoculación controlada de hongos recogidos en el campo para estudiar su afinidad y la relación con las variedades estudiadas, albariño, mencía, godello, treixadura y dona branca.

De las conclusiones, avanzaron que, en todas las zonas estudiadas el patógeno responsable de la Botrytis fue el que presentó mayor concentración de esporas en el aire, seguido de los del Oidio y el Mildiu y que Monterrei y Ribeira Sacra, las áreas donde se alcanzaron los niveles más altos, sobre todo en primavera.

También observaron cómo las condiciones climáticas favorecen el ataque y cómo en un mismo viñedo, según la orografía del terreno, había grandes diferencias de concentración, así cómo cuando aumentaba la presencia de esporas de Botrytis, disminuía la de Mildiu.

Se ha detectado una variación importante de esporas en cada Denominación

En cuanto a las razas que han distinguido, la que tiene un número mayor fue la del hongo de la Botrytis, con hasta 30, seguido del Mildiu, con seis, mientras que en el caso del hongo del Oidio, se comprobó que todas las muestras recogidas pertenecían al biotipo B.

Sobre la virulencia de cada una de las razas se observó que las procedentes de Monterrei eran las más agresivas y afectaron a las cinco variedades, seguidas de la Ribeira Sacra, mientras que el resto de las razas mostraron agresividad diferente, dependiendo de la variedad en la que eran inoculadas, "lo que demuestra que tienen una mayor afinidad por unas variedades que por otras".

Por su parte, Enrique Saez, presidente de la fundación Juana de Vega, constituida en 1872 para contribuir al desarrollo del medio rural gallego, resaltó el éxito del sector vitivinícola de Galicia y subrayó la importancia de la internacionalización, la diferenciación y la fidelización de los mercados en base a la calidad, a lo que contribuyen estudios como el presente.

Tras señalar la posibilidad de que este estudio abre para el establecimiento de un sistema de control y aviso de la presencia de estos hongos, por parte de la Xunta o las propias Denominaciones de Origen, Carmen Martínez valoró la colaboración público-privada y el acercamiento del mundo empresarial a los científicos para la aplicación de los conocimientos.