Nueva herramienta para impulsar las variedades agrícolas locales

La FAO publica las Directrices voluntarias para la conservación y uso sostenible de las variedades de los agricultores y locales

Fecha: 18-Nov-2019

Fuente: FAO

Las Directrices voluntarias para la conservación y el uso sostenible de las variedades de los agricultores y de variedades locales suponen una ayuda valiosa para que los países elaboren planes nacionales de conservación de estos recursos agrícolas fundamentales.

14 de noviembre de 2019, Roma - La FAO ha publicado hoy nuevas directrices destinadas a garantizar la diversidad de los cultivos y la resiliencia de los agricultores ante la pérdida de recursos fitogenéticos.

Las Directrices voluntarias para la conservación y el uso sostenible de las variedades de los agricultores y de variedades locales suponen una ayuda valiosa para que los países elaboren planes nacionales de conservación de estos recursos agrícolas fundamentales.

Las variedades locales y de los agricultores de un determinado cultivo son a menudo son genéticamente diversas, con un elevado nivel de adaptación local al medio ambiente donde crecen. Están asociadas a un conjunto de conocimientos indígenas sobre las prácticas de los campesinos en materia de selección de semillas y gestión sobre el terreno. La gestión dinámica de estas variedades -incluida su exposición a diferentes regímenes de producción, entornos, selección de los agricultores y sistemas de conservación e intercambio de semillas-, mantiene una reserva de variabilidad genética en constante evolución. A menudo han preferido cualidades agronómicas o culinarias o relacionadas con valores culturales importantes a nivel local y suponen una importante contribución a la seguridad alimentaria y nutricional, a los medios de subsistencia rurales, a la lucha contra el cambio climático e incluso a la supervivencia humana.

Si bien las variedades locales a menudo no han sido sometidas a procedimientos formales de mejoramiento de cultivos, muchas de las características adaptativas de las variedades locales y de los agricultores han surgido a través de la selección repetida de los cultivadores. Se reconocen con nombres locales y están estrechamente asociadas a los usos, conocimientos, costumbres, dialectos y celebraciones tradicionales de las personas que los desarrollaron y siguen desarrollándolos. Sin embargo, un gran número de estos tipos de cultivos se están perdiendo o abandonando, lo que supone un riesgo para futuros sistemas alimentarios sostenibles.

Los sistemas alimentarios actuales se caracterizan por una "uniformidad cada vez mayor de cultivos y variedades en las explotaciones agrícolas", afirma Bukar Tijani, Director General Adjunto de la FAO al frente del Departamento de Agricultura y Protección del Consumidor. Tijani añade que "para ser sostenibles, los agricultores deben cultivar el conjunto más diverso genéticamente de cultivos y variedades que se adapten a sus agroecologías, sistemas de producción y preferencias de los usuarios finales". Además, según Tijani, las variedades locales y de los agricultores son la principal fuente de análisis comparativo para el examen de otras nuevas variedades prometedoras. Estas prácticas no sólo apoyan los usos tradicionales de los alimentos, sino que también impulsan la resiliencia y la capacidad de adaptación frente a las plagas y enfermedades de las plantas y al cambio climático.

Un enfoque sistémico

Las nuevas directrices voluntarias se presentaron en un acto paralelo de la 8ª reunión del Órgano Rector del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, que se celebra en Roma. Complementan las Directrices voluntarias para la conservación y el uso sostenible de parientes silvestres de cultivos y plantas silvestres comestibles, publicadas el año pasado.

Las acciones recomendadas van desde la identificación y documentación de los recursos fitogenéticos existentes para la agricultura, el mapeo de sus usos reales y potenciales, la promoción de su retención y el suministro de información y apoyo a los agricultores y las comunidades locales en relación con su conservación y uso sostenible. Todo ello en consonancia con los contextos y prioridades nacionales.

Las organizaciones e instrumentos internacionales -como el Convenio sobre la Diversidad Biológica, el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura y el Segundo Plan de Acción Mundial para los RFGAA-, han reconocido la importancia de establecer un enfoque sistémico de estas actividades en las explotaciones agrícolas. Estas nuevas directrices voluntarias son las primeras de su categoría en señalar un enfoque de este tipo.