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Miguel Lorenzo

21/11/13

OPAs, cooperativas y almazaras rebajan las perspectivas de producción de aceite de oliva

Organizaciones agrarias, cooperativas y almazaras rebajan la producción de aceite de oliva, porque la falta de precipitaciones y la llegada del frío lastrarán el rendimiento graso de las aceitunas en la actual campaña 2013-2014, lo que debería descartar, a su juicio, nuevas caídas de precios. Las mismas fuentes avanzan, por otra parte, que la calidad apunta "excelente". El máximo responsable de aceite de Cooperativas Agro-alimentarias y de la federación andaluza Faeca, Rafael Sánchez de Puerta, señala que las circunstancias climáticas repercutirán en la cosecha actual e incluso en el estado del árbol para la siguiente. "Los precios están aguantando a pesar de las valoraciones tan altas de estimaciones de cosecha que se hicieron", afirma De Puerta. "Todavía queda mucho invierno, pero la sequía de este otoño puede hacer mella en la producción del año siguiente", añade.

Las cooperativas hicieron una primera estimación entre 1,45 y 1,50 millones de toneladas, pero a su juicio las condiciones desfavorables meteorológicas "harán difícil" alcanzar esas cifras.

ASAJA cree que no afectará a los precios por la falta de existencias

El gerente de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero detalla que ya han empezado a recogerse en algunos tajos, sobre todo los propietarios que quieren adelantar todo lo posible la campaña para obtener los aceites de máxima calidad o "premium", aunque el grueso de la actividad no se generalizará hasta diciembre.

Según Valero, a la falta de lluvias en el último tramo del otoño se une la llegada del frío y las nieves, que impiden que el fruto siga desarrollándose, lo que se traducirá en menos rendimientos a los esperados, aunque aún es pronto para avanzar cifras.

En todo caso, la producción "será bastante más baja" de lo que se presumía inicialmente, lo que unido a las bajas existencias y las salidas al mercado de aceite en el último mes de 131.000 toneladas de aceite, debería descartar "tensiones" bajistas en los precios.

Hasta ahora, el primer aforo de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía apuntaba una producción total en esta Comunidad de 1.312.244 t, el 32 % más que la media de las últimas cinco campañas, lo que situaría a España en alrededor de 1,6 millones de t, cifras que el sector cree elevadas.

Fuentes de los envasadores comentan que las incertidumbres normales de este mercado son más amplias ahora debido al retraso agronómico en el cultivo, por lo que no se atreven a aventurar un dato de previsión, que en todo caso debería oscilar en una amplia horquilla entre 1,45 y 1,6 millones de toneladas.

Infaoliva tiene claro que "vamos a necesitar todo tipo de producto"

El secretario general de la patronal de almazaras industriales Infaoliva, Enrique Delgado, recuerda que el COI rebaja, en sus últimas previsiones, de 1,6 a 1,5 millones de t (100.000 menos), si bien, "creo que no llegará ni siquiera a esta última cifra".

Por otro lado, las cotizaciones "no tienen por qué bajar", porque "tanto almazaras como envasadores nos hemos quedado en límites mínimos de estocaje, producto que habrá que reponer".

"Vamos a necesitar todo tipo de producto", agrega Delgado, quien afirma incluso que, en el caso improbable de que llegaran lluvias ininterrumpidas durante varias semanas, habría problemas de abastecimiento de mercado por las bajas disponibilidades actuales.

Respecto a la calidad, apunta que los primeros vírgenes extra que se están obteniendo son "excelentísimos".

COAG sitúa la producción alrededor del 1,3 ó 1,5 millones

El responsable sectorial de COAG, Gregorio López, constata que mucha aceituna "se está arrugando" por estrés hídrico y que el frío paraliza el ciclo vegetativo e impide que sigan aumentando los calibres, lo que mermará los rendimientos grasos del fruto.

"No creo que se obtengan más de 1.300.000-1.350.000 t", añade. Sobre los precios, cree que el resto de operadores de la cadena de valor del producto "no respetan nada", ni siquiera los esfuerzos del agricultor por lograr tan alta calidad.

Especialmente se muestra crítico con la gran distribución, que a su juicio compra "vía subasta" y presiona a la baja de los precios.

La falta de rentabilidad ha sido una constante en los últimos cuatro años, en su opinión, y pese a que "la producción se va recoger", pero "si no hay precios aceptables, se harán solo las labores justas en el campo", lo que influye en la contratación.

UPA tema la postura que adopten las grandes superficies con venta a pérdidas

El secretario general de UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, entiende también que la climatología influirá a la baja y recortará en un 10% las primeras estimaciones de la Junta, una posibilidad o margen de error que ya recogía el aforo oficial, con lo que las cifras rondarán 1.400.000-1.450.000 toneladas.

"Estamos ante una cosecha importante comparativamente a hace dos años -el último estuvo marcado por una fuerte sequía-, pero con bastante menos aceite en el mercado", remarca Rodríguez.

Insiste en que grandes superficies continúan con su estrategia de "venta a pérdidas" y ofertas agresivas, como garrafas de virgen extra de cinco litros a 12 euros, que lastran la recuperación de la rentabilidad del agricultor.

En su opinión, "seguirán con sus artimañas aprovechando la posición dominante de las marcas blancas, que acaparan prácticamente el 70% de las ventas" y reclama que la ley de mejora de la cadena agroalimentaria "tiene que resolver" las deficiencias y acabar con "las prácticas abusivas" de la gran distribución.

Normas como ésta o como la de fomento de la integración de cooperativas son la única solución a este problema -después de que las autoridades de Competencia no se han puesto del lado del agricultor, recuerda-, junto a la necesaria concentración de la oferta, con propuestas de éxito como Interoleo, reconoce.

"Parte del sector está resentido seriamente", sobre todo en las áreas de montaña, donde "ni de lejos se cubren los costes" de producción e, incluso, "hay casos de abandono" en ellas; en líneas generales, en el campo "no se invierte como antes" en modernización o innovación, lo que también resta empleos, concluye.