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María Martín

05/03/15

Patatas que crecen en el desierto

Un grupo de expertos del Instituto de Investigación de Biociencia y Biotecnología de Corea, liderado por el Dr. Kwak Sang-soo está desarrollando una nueva tecnología que busca prevenir la desertificación utilizando cultivos GM, transgénicos o biotecnológicos.

Para ello, está estudiando algunas plantas y cultivos como las papas dulces (también conocidas como camote) y la alfalfa con el fin de prevenir la desertificación, y contribuir a la solución de algunos problemas ambientales, la escasez de alimentos y la pobreza utilizando estos productos comestibles.

El Dr. Sang-soo manifiesta que “alrededor del 90% de la desertificación es causada por la pobreza” y agregó “el pastoreo excesivo, el daño a los bosques y el manejo inapropiado del agua y del suelo, derivados de la pobreza de la gente local, son las razones para la desertificación. Por esta razón, la siembra de cultivos puede ser la medida preventiva más efectiva”.

El equipo de investigadores ya ha tenido éxito en el cultivo de papas dulces genéticamente modificadas que han crecido en el desierto Kubuchi de China y en el desierto de Kazajistán, dos de las áreas semi áridas más grandes del noreste de Asia.

Así mismo, el año pasado iniciaron el proceso para decodificar el genoma de las papas dulces, el cual es financiado por la Administración Rural de Desarrollo, en colaboración con investigadores japoneses y chinos.

La decodificación del genoma de las papas dulces es más complejo que la del humano, pero los científicos creen que esto podrá ser posible en el 2016.

“Nuestro principal objetivo es sembrar una gran cantidad de papas dulces genéticamente modificadas en áreas afectadas por la desertificación en zonas como China, Kazajistán, Medio Oriente y África, basados en la información del genoma de las papas dulces”.