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RAIF: Cítricos, influencia altas temperaturas en las plagas

Las especies de artrópodos fitófagos asociadas al cultivo de los cítricos presentan un óptimo de desarrollo dentro de unos límites máximos y mínimos de temperatura y humedad relativa. Sobrepasado dichos límites, su supervivencia se verá comprometida dependiendo, entre otros factores, de su estado de desarrollo (huevo, larva, ninfa o adulto).

Así, debido a la previsión de temperaturas durante los próximos 7-10, principalmente entre los días 29 de junio y 05 de julio, con máximas que superarán los 35ºC-40ºC en las provincias/zonas de interior, habrá que tener en cuenta que:

En cuanto a ácaros fitófagos: Tetranychus urticae tiene un óptimo de desarrollo en torno a los 30ºC, soportando bien una baja humedad relativa. Panonychus citri lo tiene en torno a los 25ºC, necesitando una moderada humedad relativa. Por último, Eutetranychus spp. presenta un óptimo en torno a los 28ºC y 31ºC, necesitando, igualmente, una moderada humedad relativa.

Respecto al piojo rojo de California (Aonidiella aurnatii), la actividad de las larvas migratorias presenta un óptimo entre los 25ºC y los 32ºC, aumentando la tasa de mortalidad a partir de dicho umbral junto a una humedad relativa baja. La emergencia de los machos también está condicionada, entre otros, por la temperatura y humedad relativa, presentando un óptimo en torno a los 25ºC y 70% respectivamente. Respecto a su vuelo (época reproductiva), tienen un máximo de actividad en torno a los 27ºC y 75% de humedad relativa.

En el caso de los pulgones (Aphis spiraecola, Aphis gossypii, Toxoptera aurantii, Myzus persicae, principalmente) el óptimo de desarrollo, con ligeras diferencias entre especies, se encuentra en torno a los 22ºC y 25ºC. Alrededor de los 7ºC y 34ºC la reproducción cesa. Destacar que a temperaturas superiores a 31ºC la mortalidad de las ninfas es muy elevada.

El minador de los cítricos (Phyllocnistis citrella) presenta una alta tasa de mortalidad larvaria por debajo de los 12ºC y por encima de los 35’5ºC, presentando un óptimo de desarrollo en torno a los 25ºC.

Finalmente, la mosca de la fruta (Ceratitis capitata) presenta un óptimo de desarrollo, para una generación completa, entre los 16ºC y 32ºC junto a una humedad relativa entre el 75 y el 85%. En el caso concreto de los estados larvarios, éstos presentan un óptimo entre los 10ºC y los 33ºC.

Por todo ello, y en el momento de planificar cualquier tratamiento químico, habrá que tener en cuenta, en este caso, cómo han influido las altas temperaturas y la baja humedad relativa en las poblaciones de las plagas que afectan a los cítricos, pudiéndose evitar así tratamientos innecesarios.

Especial atención en provincias/zonas litorales (Cádiz, Huelva y Málaga) y en general en todas aquellas zonas con microclimas húmedos, donde el ambiente puede ser más suave, sobre todo en las primeras y últimas horas del día, favoreciéndose el desarrollo y dispersión de dichas plagas.

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