CHIL.org

A excepción de periodos estivales suaves que favorecen la pronta instalación de esta plaga sobre el cultivo de los cítricos, es a finales del verano o principios del otoño, cuando comienzan a observarse los mayores daños de ácaros del género Eutetranychus sobre hojas y frutos. Llegados a dicho momento, y teniendo en cuenta que, la horquilla óptima de temperatura para el desarrollo tanto del ácaro de Texas (E. banksi) (denominado en Huelva araña parda o portuguesa) como para el del ácaro Oriental (E. Orientalis) está entre los 28 y 31ºC junto a una humedad relativa moderada, informar que, las elevadas temperaturas máximas registradas desde finales de junio, en torno a los 36ºC, junto a un ambiente en general seco, han sido desfavorables para su desarrollo y dispersión.

Señalar, en todo caso, que hay diferencias entre provincias litorales y de interior. Cádiz, Huelva y Málaga, con un ambiente más fresco y húmedo a primeras y últimas horas del día, suelen presentar una mayor incidencia de este tetraníquido que Córdoba y Sevilla. Así, en la última semana de agosto, mientras que las primeras registran valores en torno al 4’5% de hojas con formas móviles, las segundas registran valores en torno al 0’5%. Recordar que, en la campaña pasada, con un inicio del periodo estival suave, Cádiz y Huelva finalizaron julio con una incidencia cercana al 11% de hojas con formas móviles.

Por todo ello se recomienda, a partir de ahora, prestar especial atención a esta plaga, especialmente en las provincias litorales. Habrá que tener en cuenta que su presencia en hojas puede aumentar rápidamente hasta colonizar en pocas semanas la mayor parte del árbol.

Los síntomas causados por Eutetranychus spp. son muy similares a los producidos por el ácaro rojo (Panonychus citri), ácaro al que ha desplazado en importancia: plateado de las hojas y frutos. Según la intensidad del ataque y otros factores como estrés hídrico y vientos secos, puede provocar la caída importante de hojas. El fruto, en el envero, puede tomar una tonalidad mate.

Por su rápida multiplicación es muy probable que se produzcan resistencias a los acaricidas más frecuentemente utilizados, por lo que se recomienda alternar el uso de distintas materias activas y modos de acción.

En general, de cara a tomar cualquier decisión sobre el control químico de ácaros, es recomendable cuantificar previamente los niveles de fauna auxiliar y utilizar aquellos formulados más compatibles con ésta.