Reducir el desperdicio alimentario, clave en la lucha contra el calentamiento global

El sábado 24 de octubre se conmemora en todo el mundo el 'Día Internacional contra el Cambio Climático', una fecha instaurada por la ONU para sensibilizar a millones de personas sobre el grave peligro que conlleva el calentamiento global.

Fecha: 27-Oct-2020

Cuando se habla de impacto medioambiental, a los ciudadanos le vienen a la mente los combustibles, los automóviles o la calefacción. Sin embargo, uno de los factores que más daña al ecosistema es el desperdicio de alimentos. Para hacerse una idea, si se considerara 'tirar la comida' como un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero, solo por detrás de Estados Unidos y China.

Como señalan desde la app Phenix, a diferencia de los vecinos europeos como Francia o Alemania, los españoles por lo general no creen que desperdiciar alimentos pueda afectar al medio ambiente. Y eso que España se ha comprometido a reducir el desperdicio alimentario a la mitad para 2030 dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU en septiembre de 2015.
 
Los hogares españoles tiraron a la basura 1.352 millones de kg/l de alimentos y bebidas en 2019, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Los productos que más se desperdiciaron fueron los frescos como las frutas (el 30,8% del volumen desperdiciado de productos sin utilizar), seguidas de las verduras y hortalizas (13,5%) y los lácteos (12,6%).
 
Los hogares con personas de menos de 50 años y las parejas con hijos fueron los que más desperdiciaron productos sin haberlos utilizado previamente, un fenómeno que, por zonas, se dio más en el Levante y el área metropolitana de Madrid. Por lo tanto, para arreglar el cambio climático también se hace indispensable optimizar el sistema alimentario.


 
Soluciones para generar menos impacto
 
Cambiar la tendencia depende también del día a día de cada uno, nos cuentan desde Phenix. Para ello, se pueden llevar a cabo algunas buenas iniciativas como planificar el menú semanalmente, guardar las sobras tanto en casa como cuando se va a un restaurante, ir a comprar con más frecuencia o colocar los productos en la estantería para consumirlos adecuadamente, siguiendo el sistema FIFO (“Primero en entrar, primero en salir”) para los perecederos y el LIFO (“Último en entrar, primero en salir”) para los no perecederos.
 
En la actualidad, la tecnología puede ser una gran aliada para evitar el desperdicio alimentario y, por lo tanto, reducir el impacto medioambiental. En el caso de Phenix, se trata de una aplicación gratuita que permite darle una segunda oportunidad al excedente de los comercios a un precio reducido. Solo requiere activar la geolocalización, escoger la cesta del comercio que más le apetezca, pagar de forma segura a través de la app e ir a buscar la cesta anti-desperdicio en la hora que indica el comercio.