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Marta García

09/09/13

Se atisba una recuperación moderada del sector de fertilizantes en el marco de una agricultura sostenible

Según la FAO, el 50% de la producción agrícola a nivel mundial se obtiene gracias a la aplicación de fertilizantes, y si no fuese por estos productos habría que destinar millones de hectáreas adicionales a la agricultura

El uso de fertilizantes en nuestro país se está adaptando a las necesidades de nutrientes de los cultivos y a los requisitos para lograr una actividad agrícola que sea sostenible en el tiempo. Tras varios años en las que en algunas zonas se ha realizado un aporte insuficiente de nutrientes con los que obtener unos buenos rendimientos, y ante la necesidad de paliar las carencias producidas por su agotamiento en el suelo tras la extracción realizada por las plantas, el agricultor ha optimizado su uso durante la pasada campaña.

Según los datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE), con un aumento del 16% durante la última campaña agrícola, el consumo de fertilizantes en España está tendiendo hacia la recuperación de los niveles que eran habituales con anterioridad a 2008, año en el que se produjo un brusco descenso a nivel mundial.

Por otro lado, en un reciente informe publicado por Fertilizers Europe se indica que en la Unión Europea se prevé una estabilidad a largo plazo en los actuales niveles de consumo de fertilizantes.

Nuestro país es una de las cuatro regiones de la UE con mayor consumo de abonos, debido fundamentalmente al hecho de que es una de las zonas europeas de mayor producción agrícola, aunque se debe señalar que en España la dosis de abonado por hectárea es inferior a la de otros países de la UE.

En lo que se refiere a la distribución regional del uso de los abonos en España, Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha son las tres comunidades autónomas que consumen más fertilizantes, por ser también las zonas con una mayor producción de cereal, uno de los cultivos en los que más fertilizantes se aplican.

Uso racional

El agotamiento de los nutrientes en los suelos produce efectos negativos en el rendimiento de las cosechas, por lo que es necesario realizar una fertilización de forma adecuada y sostenible que permita incrementar el rendimiento de los cultivos, y en consecuencia el beneficio del agricultor.

“Es fundamental que se haga un uso racional de los fertilizantes, de manera que se logre optimizar la producción agrícola preservando al mismo tiempo el medio ambiente. Esto se consigue realizando, en la medida de lo posible, análisis de los suelos y aplicando el producto adecuado, en la dosis adecuada y en el momento en el que en la planta lo necesita. De esta manera se logrará que la planta se nutra adecuadamente y que no haya en ningún momento ni deficiencias de nutrientes en el suelo ni excesos que puedan provocar pérdidas por lixiviación o escorrentía”. Así lo explica Paloma Pérez, Secretaria general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fertilizantes (ANFFE), perteneciente a la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible (PTAS).

El planeta dispone de una superficie de cultivo limitada, a la que es necesaria sacar el máximo partido. Es imprescindible preservar el ecosistema. Por ello, para lograr el objetivo de obtener una mayor producción agrícola sin aumentar el terreno cultivable, es fundamental incrementar la eficiencia de la producción agrícola. Los fertilizantes son, por tanto, un elemento imprescindible en la agricultura actual y futura, ya que permite resolver el grave reto de lograr obtener más con menos.

Según la FAO, el 50% de la producción agrícola a nivel mundial se obtiene gracias a la aplicación de fertilizantes, y si no fuese por estos productos habría que destinar millones de hectáreas adicionales a la agricultura.

Desarrollos tecnológicos en el sector de los fertilizantes

Con la ayuda de las modernas tecnologías de gestión de nutrientes es posible realizar un abonado adecuado con el que se consigue mantener la fertilidad de los suelos y aumentar el rendimiento de la producción agrícola, a la vez que se logra estimular el desarrollo de la cubierta vegetal y de las raíces de las plantas, contribuyendo con ello a reducir la erosión del suelo.

“Durante los últimos años la industria de fertilizantes ha desarrollado productos novedosos y estrategias avanzadas de gestión de nutrientes, con el fin de optimizar el rendimiento de los cultivos de una forma sostenible”, comenta la Secretaria General de ANFFE.

La aplicación precisa de los fertilizantes, con la maquinaria adecuada, es también un factor en el que se están realizando mejoras a lo largo de los últimos años. Con este objetivo, y para potenciar la aplicación más eficiente de los mismos y su uso sostenible, en la actualidad se están llevando a cabo ensayos de abonadoras, auspiciados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) y en los que colaboran ANFFE y la Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria, Forestal y de Espacios Verdes (ANSEMAT). Los nuevos avances tecnológicos permiten aplicar de forma más precisa los nutrientes, adaptándolos también a las condiciones agroclimáticas del terreno.

Esta tendencia de progresiva tecnificación de los cultivos permite que el agricultor cuente con una producción que es cada vez más sostenible, tanto económicamente, puesto que gracias a ello se ve incrementada, como medioambientalmente, porque cada vez se hace un uso más preciso de los productos, y socialmente, dado que permite el desarrollo de las zonas agrícolas. Esta sostenibilidad está estrechamente relacionada con las buenas prácticas agrícolas y con el uso racional de los fertilizantes, gracias a los cuales se ha conseguido reducir también las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

“La industria europea de fabricación de fertilizantes está inmersa en una continua actividad de mejora de sus instalaciones productivas con el fin de optimizar la eficiencia energética, incorporando las últimas tecnologías para minimizar sus emisiones, lo cual les ha permitido figurar entre las más eficientes del mundo”, comenta Paloma Pérez.