Sofisticación en las granjas porcinas para una mayor bioseguridad, productividad y eficiencia

El Colegio de Veterinarios de Huesca acogía el pasado 19 de septiembre una jornada técnica sobre “Avances en producción porcina”. Se hacía referencia a la cada vez mayor sofisticación tecnológica que hay en las granjas en aras de conseguir las máximas cotas de bioseguridad, productividad y eficiencia.

Fecha: 26-Sep-2019

Los temas que se abordaban eran bioseguridad en la eliminación de cadáveres mediante incineración, el purín como calefacción, monitorización en granja (información y retorno económico), una buena limpieza es la base de la bioseguridad interna, y el bienestar animal a través de un correcto sacrificio responsable.

Fernando Carrera, presidente del Colegio de Veterinarios de Huesca, indicaba que se ha querido contar con ponentes expertos en las distintas materias, con el fin de que los profesionales que se mueven en el ámbito del porcino actualicen sus conocimientos, tratándose de un sector de gran valor socioeconómico para Huesca y Aragón.

Isidro Escalante, director general de IGE Incineradores Grupo España, hablaba de bioseguridad en la eliminación de cadáveres animales mediante incineración. Es un proceso que se lleva a cabo en la propia explotación porcina, incidiéndose en la importancia de evitar contaminaciones; para ello es esencial un correcto almacenamiento de los cadáveres.

Bruno Jiménez, de ISBRAN, se ocupaba del purín como calefacción, en el sentido de usar las técnicas de la geotermia pero aplicadas no al suelo sino al propio purín (aprovechando la temperatura que siempre tiene esta materia).

La intervención de Pedro Larrotiz, responsable de la Empresa Diem, giraba en torno a la monitorización en granja (información y retorno económico), algo que está muy implantado en sanidad y producción pero no tanto en materia medioambiental y en consumos. Dice que ante las exigencias europeas lo mejor es beneficiarse de las nuevas tecnologías, con el fin de registrar todos los datos de la granja y así tener un mayor control que redunde en un beneficio para la propia explotación.

La bioseguridad volvía a ser  protagonista, en este caso por medio de una buena limpieza. Disertaba sobre este tema José Antonio Villaverde, técnico comercial de Aviporc. Decía que el lavado automatizado es el futuro, ya que permite que todo el trabajo sea igual en cada uno de los habitáculos de la granja, no dependiendo del estado físico o del cansancio del operario. El robot se convierte, por tanto, en una herramienta para una mejor limpieza.

Jordi Duró, responsable técnico de Schippers, hablaba del bienestar animal a través de un sacrificio responsable. Comentaba que es una demanda social y la propia legislación marca la metodología (que los animales no sufran, que el sacrificio sea rápido y fácil de aplicar,… y que no sufran los operarios que participan en el proceso, ya que también puede ser traumático para ellos).