La asignación eficiente, sostenible y justa del agua exige un marco institucional específico que sea capaz de generar incentivos coherentes con los objetivos.

La institucionalidad específica del agua debe anteponer la acción colectiva, la cooperación y la descentralización a la competencia, el mercado y la intervención pública. Pero, ni la acción colectiva ni la cooperación necesarias surgirán por sí mismas si no se crean las restricciones e incentivos necesarios para impulsarlas y desarrollarlas.

Las Comunidades de Usuarios y las Confederaciones Hidrográficas, en el marco de la unidad de cuenca, aportan fundamentos institucionales de gran valor para afrontar los retos de la gobernanza del agua del siglo XXI. Pero para ello es preciso afrontar un proceso de innovación y desarrollo institucional coherente con las nuevas exigencias y necesidades.

Presentado en el Seminario organizado por la organización agraria COAG-UAGA en Zaragoza, el 12 de Febrero de 2013, dirigida a representantes regionales y comarcales de la propia organización.

Ver presentación.