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Un proyecto europeo pretende valorizar los residuos acuícolas en forma de energía renovable

Esta iniciativa, señalan desde Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo (Cordis) de la Comisión Europea “demuestra que es posible mejorar la sostenibilidad, reducir el volumen de residuos y aumentar el rendimiento operativo de forma conjunta”. Así, y financiado con fondos europeos BIFFiO, este proyecto, según las mismas fuentes, “desempeñará una función importante por cuanto se refiere a su contribución a cumplir el objetivo de cubrir el 20 % de la demanda energética de Europa con sistemas de energía renovable antes del año 2020”.

Los sectores de la agricultura y la acuicultura, recuerdan desde Cordis, “se encuentran sometidos a una presión muy elevada por mejorar la sostenibilidad y reducir su impacto medioambiental y que ambos generan un volumen de resitudos que, en egnral, no se someten ni a ningún tipo de tratamiento o provecho”. Con esto en mentes, los artífices de BIFFiO pretenden remediar la situación mediante el desarrollo de un sistema económico y eficiente, en cuanto al aprovechamiento de los recursos y su conversión en energía útil. “Así, la idea fundamental del proyecto consiste en mezclar residuos de fácil obtención procedentes de piscifactorías y estiércol desechado por la agricultura dentro de un reactor con el fin de obtener biogás; éste puede a su vez emplearse en atender la demanda de energía renovable en el sector acuícola y suministrar productos fertilizantes a la agricultura”, explican desde la Comisión.

El proyecto, iniciado en noviembre de 2013, y que costa de varias fases, se dedicará en primer lugar a investigar la manera idónea de aprovechar los residuos para obtener energía renovable y también a examinar qué nutrientes pueden recuperarse para otros usos. El objetivo siguiente consiste en reducir el tamaño de las tecnologías más avanzadas hoy por hoy para el tratamiento de residuos a gran escala y adaptarlas a las condiciones de una explotación, con el objetivo de producir de forma económica un recurso energético como es el biogás bien localmente, bien en las cercanías de la explotación. Del mismo modo y durante los próximos tres años, el equipo del proyecto abordará también los distintos retos que afrontan hoy en día estos sectores y estudiará formas nuevas de cumplir los requisitos normativos. Asimismo, se editará una guía de buenas prácticas para el manejo de los residuos mixtos de la acuicultura y la agricultura con vistas a la producción de energía y el aprovechamiento posterior del digestato.

Por último, el proyecto también está llamado a influir de forma positiva en las condiciones socioeconómicas locales. Algo que se prevé lograr mediante la mejora de las normas higiénicas y medioambientales para la cría de peces en sistemas cerrados y también con una disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y de otros contaminantes generados por el sector agrario.

En el proyecto participan, además de tres socios dedicados a la investigación y el desarrollo tecnológico (IDT), un plantel plurinacional de PYME y usuarios finales de los sectores de la agricultura, la acuicultura y la bioenergía. Los tres primeros son el Teknologisk Institutt (Noruega), la Universidad de Liverpool (Reino Unido) y aqua consult Ingenieur GmbH (Alemania).

El proyecto recibió de la UE fondos por valor de 1,7 millones de euros y está programado hasta octubre de 2016.