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Miguel Lorenzo

10/02/13

Un sistema basado en tecnología de infrarrojo permite determinar el contenido del forraje

La innovación ha llegado a la agricultura y la ganadería, sectores tradicionales que pueden beneficiarse de las posibilidades que ofrece la tecnología para mejorar su competitividad. Ejemplos de ello se pueden ver estos días en el concurso de Máquinas Innovadoras y en las jornadas técnicas que se celebran en el marco de la Feria Agraria, que tiene lugar hasta mañana sábado en Valladolid. Una de las herramientas más novedosas que se ha presentado es un sistema basado en infrarrojos que permite determinar el contenido de materia seca en un forraje, así como la cantidad de azúcar, almidón y proteína presente en el material picado que sirve de alimento para el ganado.

Como ha explicado en una entrevista a DiCYT Rubén García, uno de los técnicos de la empresa que ha desarrollado el sistema, John Deere, el proyecto surge en colaboración con la firma alemana especializada en temas de óptica Zeiss, con quien se ha creado un sensor capaz de detectar el contenido de humedad de cualquier tipo de planta que es procesada por una máquina picadora de forraje. “Sobre esta concepción inicial se han realizado cambios de software y este sensor, con la misma lente, puede detectar en tiempo real muchos más componentes que están incluidos dentro de ese forraje”, detalla.

En concreto, el sensor es capaz de estimar el contenido en fibra neutro detergente (FND), fibra ácido detergente (FAD), proteína y almidón, utilizando la tecnología de infrarrojo cercano. “El sistema proyecta un haz de luz que incide directamente en el cultivo, mientras la máquina trabaja o en estático, y es capaz de detectar dos parámetros: el porcentaje de luz que absorbe el cultivo, es decir, la absorbancia; y el porcentaje de luz que refleja el cultivo, la reflexión. En base a ello tenemos creadas una serie de tablas en las cuales, según el porcentaje de reflexión del cultivo, contrastamos el porcentaje de proteína, fibra y almidón del cultivo con que estamos trabajando”, agrega.

El fin último, subraya, es “aportar un valor añadido al ganadero, y especialmente al maquilero”, teniendo en cuenta que esta tarea de picado de forraje “dura entre un día y una semana y en ella se juega toda la alimentación de una cabaña ganadera durante todo el año”. “Creemos que es una tarea lo suficientemente importante como para aportar al ganadero más información antes de meter la máquina a picar el cultivo”, añade el experto.

El sistema, denominado HarvestLab, se ha presentado en algunas ferias y ahora mismo se encuentra en la última fase de evolución del prototipo. García apunta que antes del verano se pretende introducir en Europa. Podrá instalarse en las nuevas máquinas y también en las que tienen hasta de 8 años, según aclara.

Diagnóstico remoto

Otra de las herramientas que han presentado durante la Feria Agraria es un sistema de diagnóstico remoto. Como señala Rubén García, se trata de un producto ya implantado. “Hemos comercializado y vendido ya unidades tanto de tractores como de cosechadoras con el sistema de telemetría para diagnosticar máquinas de forma remota”. La principal ventaja de estos sistemas, señala, es el ahorro de tiempo cuando se produce alguna avería.

“Habitualmente, cuando un cliente detecta una avería se realizan cuatro pasos. Llama a la concesión de John Deere, los técnicos se desplazan a ver la máquina y hacen un diagnóstico” in situ”, vuelven a la concesión y de nuevo al campo con la pieza de repuesto. Con el sistema de diagnóstico ahorraríamos uno de estos pasos. El cliente llama a la concesión, los técnicos sin necesidad de desplazarle al campo pueden hacer una diagnosis remota y antes de salir al campo ya saben el problema de la máquina y pueden salir con las piezas que el sistema “a priori” le dice que va a necesitar, de manera que solo realiza una visita y se produce un ahorro de en torno a hora y media en los desplazamientos”, concluye.