En las últimas décadas, diferentes factores antropogénicos como los cambios en el uso del suelo, la globalización del comercio, las migraciones humanas, cambios en las actividades sociales o la presión sobre el medio natural, acelerados con la crisis global, han tenido un efecto directo en la distribución y abundancia de las poblaciones animales, así como en la presencia y riesgo de emergencia de enfermedades compartidas entre las especies silvestres, domésticas y el ser humano. Diferentes patógenos zoonóticos como virus, bacterias, hongos y parásitos circulan en comunidades animales de variable complejidad, donde las interacciones entre las especies de hospedadores vertebrados, incluido el ser humano, vectores y el medio ambiente determinan su mantenimiento y difusión. Muchos de estos microorganismos son de tipo multi-hospedador, especialmente resilientes al ser capaces de aprovechar más de una especie para mantenerse, multiplicarse y distribuirse. Conocer los diferentes actores implicados en la epidemiología de estas enfermedades zoonóticas emergentes, así como la forma en que los patógenos se mantienen y circulan en un ecosistema es, en consecuencia, de gran relevancia para establecer programas de vigilancia que permitan detectar de forma precoz su presencia en un territorio y establecer medidas de lucha específicas para evitar su difusión.
En las últimas décadas, diferentes factores antropogénicos como los cambios en el uso del suelo, la globalización del comercio, las migraciones humanas, cambios en las actividades sociales o la presión sobre el medio natural, acelerados con la crisis global, han tenido un efecto directo en la distribución y abundancia de las poblaciones animales, así como en la presencia y riesgo de emergencia de enfermedades compartidas entre las especies silvestres, domésticas y el ser humano. Diferentes patógenos zoonóticos como virus, bacterias, hongos y parásitos circulan en comunidades animales de variable complejidad, donde las interacciones entre las especies de hospedadores vertebrados, incluido el ser humano, vectores y el medio ambiente determinan su mantenimiento y difusión. Muchos de estos microorganismos son de tipo multi-hospedador, especialmente resilientes al ser capaces de aprovechar más de una especie para mantenerse, multiplicarse y distribuirse. Conocer los diferentes actores implicados en la epidemiología de estas enfermedades zoonóticas emergentes, así como la forma en que los patógenos se mantienen y circulan en un ecosistema es, en consecuencia, de gran relevancia para establecer programas de vigilancia que permitan detectar de forma precoz su presencia en un territorio y establecer medidas de lucha específicas para evitar su difusión.