La prolongada escasez de lluvias que sufre gran parte de España amenaza al sector agrícola y ganadero con una siniestralidad por sequía que en los ejercicios más recientes con daños importantes por este fenómeno llegó a alcanzar los 210 millones de euros en indemnizaciones para los asegurados, como ya ocurrió en 2012, mientras que en 2017 se vivió otro episodio de sequía que supuso indemnizaciones por 143 millones de euros, según Agroseguro. En este 2022, ya han saltado las alarmas por la falta de precipitaciones, aunque aún es pronto para hacer una estimación de siniestralidad y si lloviera de forma adecuada en las próximas semanas se podría atenuar la situación.
Ante este ataque a los cultivos, la UE ha lanzado el proyecto “Virtigation”, que combatirá las enfermedades víricas emergentes en tomates y cucurbitáceas. En particular, los begomovirus y los tobamovirus están amenazando a los tomates y las cucurbitáceas en todo el mundo, y ya han provocado enormes pérdidas que van desde el 15% hasta devastar cosechas enteras.
Cada día que pasa “la cosecha de cereales de invierno en secano se va de entre las manos” y la puntilla la dará este fin de semana de nuevo con temperaturas elevadas y sin expectativas de lluvia a corto plazo. Las previsiones de buena campaña de hace un mes se han truncado definitivamente y ahora lo que tocas evaluar, según pasen las próximas semanas, es el porcentaje de daño, donde se augura pérdidas y se alerta de que solo el 41% del cultivo está asegurado.
Los Veintisiete debatirán el 22 y 23 de noviembre la propuesta elaborada por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, para el marco presupuestario de los próximos siete años, que prevé un recorte de 75.000 millones de euros, 55.000 millones de ellos en las políticas de agrícolas y regionales.
La campaña de recolección de algodón, muy retrasada este año, entra en su recta final con una previsión de sumar 170.000 toneladas y que se saldará además con pérdidas económicas por las últimas lluvias, que organizaciones agrarias cifran entre 5 y 15 millones de euros, según cálculos provisionales.
La prolongada escasez de lluvias que sufre gran parte de España amenaza al sector agrícola y ganadero con una siniestralidad por sequía que en los ejercicios más recientes con daños importantes por este fenómeno llegó a alcanzar los 210 millones de euros en indemnizaciones para los asegurados, como ya ocurrió en 2012, mientras que en 2017 se vivió otro episodio de sequía que supuso indemnizaciones por 143 millones de euros, según Agroseguro. En este 2022, ya han saltado las alarmas por la falta de precipitaciones, aunque aún es pronto para hacer una estimación de siniestralidad y si lloviera de forma adecuada en las próximas semanas se podría atenuar la situación.