El mejoramiento en la reforestación y la agricultura es posible gracias al trabajo de científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), unidad Irapuato, quienes utilizan diferentes cepas de hongos y bacterias para promover el desarrollo y la salud de los árboles, lo que les ha permitido acelerar el crecimiento de diferentes especies hasta 40 por ciento.
El laboratorio ID Forest de Venta de Baños (Palencia) ha demostrado que el uso de hongos como abono natural en agricultura, horticultura y jardinería, es un método natural y ecológico, alternativo a los abonos químicos, con el que se obtienen los mismos resultados, sin contaminar y regenerando el suelo.
La transcriptómica y la proteómica nos dan muchas pistas sobre cómo las plantas enferman y cómo las micorrizas las protegen.